Para explicar las posibles vías por la cual el
envejecimiento y la vejez presentan cambio y variantes de diferentes índoles a
lo que llamaremos aquí dolor psíquico puede ser originado por diferentes
problemas que surgen en esta etapa vital la cual mencionaremos a detalle. Toda
comprensión del dolor o la patología psíquica debe ser entendida como el
resultado de cambios disruptivos, psicológicos, biológicos y sociales que se
producen con ciertos envejecimientos.
Las situaciones descandenantes de la crisis en esta etapa
son varias las cuales han sido asociadas a los duelos, la depresión, ansiedad e
hipocondría
Butler (1998) propone algunas de estas situaciones
vitales:
- La viudez: un de las situaciones más complejas de poder
conllevar ya que activa una serie de cambios a nivel afectivo como el sentirte
apoyado y cuidado pero también cuestiones
relativas a la seguridad económica y personal.
- Los cambios en la pareja: resalta en los cambios en la
forma de convivencia
- Los cambios a nivel sexual: debidos a cambios en la
capacidad sexual física, nuevas maneras de relación en la pareja, o la no
percepción de sí o del otro como alguien erótico.
- La jubilación: puede implicar no sólo un cambio de rol,
sino fragilizaciones en la propia identidad de un individuo.
- Los cambios económicos: Al haber reducción de los
ingresos esto puede generar una mayor sensación de dependencia, inseguridad o
pérdida de control.
- Las pérdidas a nivel de los sentidos y capacidades: Pueden
provocar aislamiento social e inseguridad personal.
- Las enfermedades y discapacidades: sin que la vejez se
caracterice por la enfermedad o la discapacidad, existen más probabilidades de
que puedan ocurrir, sumado a los mitos que tienden a exagerar ciertos cambios,
generando una expectativa de mayor gravedad de la que tienen.
- El temor frente a la hospitalización o la
institucionalización: implica abandonar ámbitos que promueven seguridad, como
la casa, cambios en la red social y fundamentalmente la pérdida del control personal
o autonomía.
- La preocupación y ansiedad frente al cambio en la
imagen o de la capacidad física: ambos ponen en juego el reconocimiento del
otro hacia uno mismo y los recursos de afrontamiento.
- El miedo a la muerte: en la mediana edad surge como una
preocupación ante una expectativa que aparece de una manera más cierta, aunque
aún resulte abstracta. En la vejez suele aparecer como el temor ante el
momento, el modo y el dolor que pueda generar.
FUENTES:
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