El deterioro cognitivo es la pérdida o alteración de las
funciones mentales, tales como memoria, orientación, lenguaje, reconocimiento
visual, conducta, que interfiere con la actividad e interacción social de la
persona afectada. Deterioro cognitivo y demencia son conceptos similares,
diferenciándose sólo por el grado de la alteración, y estos términos se
utilizarán indistintamente en el presente capítulo mientras no se hagan
distinciones específicas. En forma similar, puede hablarse también de deterioro
cognitivo demencial y no demencial. En tanto la demencia es un síndrome, es decir,
un cuadro clínico que puede deberse a múltiples causas. Las más frecuentes son
la enfermedad de Alzheimer y sus variantes (50%), la enfermedad cerebrovascular
(20%) y la enfermedad de Parkinson (10%). Por ello, en la mayoría de los casos
la demencia es irreversible. Pero hay muchas otras causas, y algunas
reversibles cuyo diagnóstico es importante descartar, como la demencia de la
depresión y las de causas extracerebrales clínicas.
El diagnostico de demencia no es difícil cuando el
paciente, por ejemplo, está claramente desorientado, con lenguaje
incomprensible e incontinente, situación en la que el deterioro es evidente
hasta para un no médico. Pero en muchos casos los neurólogos nos vemos ante el
dilema de posibles casos de demencia incipiente, en los que las fallas
cognitivas son leves y no han comprometido todavía (si es que lo hacen) la
autovalidez del paciente. El envejecimiento cerebral normal puede manifestarse
de modo idéntico al deterioro inicial, y con frecuencia no es posible afirmar o
descartar el diagnóstico de demencia en las primeras observaciones, debiendo
postergarse una definición y efectuar un seguimiento clínico (“diagnóstico
longitudinal”). Pueden verse con frecuencia alteraciones cognitivas en
pacientes de edad avanzada que están aislados, o deprimidos o mal nutridos o en
mala situación habitacional, factores corregibles y tratables
(“seudodeterioro”).
La demencia puede diagnosticarse con frecuencia con una
historia clínica y un examen físico realizado por un médico o enfermera experimentados.
Un médico elaborará una historia clínica, hará un examen físico (incluyendo un
examen neurológico) y llevará a cabo algunos exámenes de la función mental
llamados evaluación del estado mental.
Para prevenir se debe reducir el riesgo de demencia vascular,
que es causada por una serie de pequeños accidentes cerebro vasculares, dejando
de fumar y controlando la presión arterial y la diabetes. El hecho de consumir
una alimentación baja en grasa y hacer ejercicio de manera regular también
puede reducir el riesgo de demencia vascular.
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