El
uso nocivo del alcohol y la utilización indebida de medicamentos prescriptos
(especialmente los psicotrópicos) pueden pasar desapercibidos en los adultos
mayores, tanto por el estigma asociado con estos usos como porque los
profesionales de la salud pueden confundir los síntomas de un desorden por uso
de sustancias con los cambios vinculados a la edad o a temas de salud mental.El
uso indebido del alcohol y de los medicamentos está asociado con resultados en
salud insuficientes, una utilización más alta de los servicios de salud, cursos
y prognosis de muchas enfermedades más complejos, pobre adherencia al
tratamiento y a la prevención de varias enfermedades crónicas, interacciones
con medicamentos para condiciones crónicas, aumento de discapacidades y
deficiencias, calidad de vida comprometidas, mayor estrés de los cuidadores, y
altos riesgos de suicidio o muerte.Los
profesionales de la salud deben hacer seguimiento regular con los adultos
mayores por consumo de alcohol y el uso de otras sustancias, y deben darles
asesoramiento en el manejo de los desórdenes vinculado, sólo o en combinación
con otras condiciones crónicas. Las políticas públicas que limitan el acceso y
la disponibilidad de bebidas alcohólicas pueden tener un impacto beneficios en
el consumo, inclusive entre los adultos mayores. Mientras los medicamentos
psicotrópicos necesitan ser accesibles en cantidades apropiadas para los
adultos mayores que los necesitan (especialmente para el control del dolor
crónico), la sobre-prescripción y los usos no medicinales deben ser prevenidos.
La información y educación de las personas mayores sobre la interacción entre
el alcohol y otros medicamentos prescriptos y sus efectos sobre su salud mental
y física también puede ser efectiva.Es importante señalar:
-Los adultos mayores como grupo
toman menos que los más jóvenes, pero mientras la población envejece, el número
de bebedores mayores aumentará. Además, las personas jóvenes en la actualidad
tienden a tomar más que las generaciones pasadas y pueden seguir tomando más
mientras envejecen.
-Las personas mayores tienen un
riesgo particular para los problemas vinculados al consumo de alcohol. Al
envejecer, las personas metabolizan el alcohol más lentamente, por lo que
permanece más tiempo en el cuerpo, lo que aumenta el potencial de que sea
nocivo.
-Los adultos mayores tienen más
posibilidades de que sus condiciones de salud puedan ser exacerbadas por el
alcohol, lo que incluye posibilidad de ataques, hipertensión, enfermedades
neurodegenerativas, pérdida de memoria, desordenes de humor, y problemas
emocionales y cognitivos.
-También tienen más posibilidades
que las personas jóvenes de estar tomando medicamentos, lo que los pone en
riesgo de interacciones que pueden ser peligrosas o amenazar sus vidas. El
alcohol reduce la efectividad de algunas medicaciones.
Un amplio porcentaje
de adultos mayores usan medicamentos sin prescripción y suplementos
alimenticios, lo que (sumado al alcohol) puede multiplicar los efectos adversos
sobre la salud que resultan del abuso de medicamentos prescriptos.
FUENTE: http://www.nia.nih.gov/espanol/publicaciones/el-uso-de-alcohol-en-las-personas-mayores