viernes, 27 de junio de 2014

EL PSICOLOGO EN EL ASILO

En gran cantidad de asilos podemos encontrar personal médico, de enfermería y de trabajo social, pero constantemente se aprecia la ausencia de un profesional de gran importancia; el Psicólogo, y es de gran importancia su presencia debido a las condiciones emocionales por las que atraviesan las personas que se encuentran internadas en tales lugares, pues algunas de ellas lo están por decisión propia, pero otras lo deben al abandono de sus familiares, al desamparo económico en el que se hayan y, en algunos lugares al sobrecuerpo en los hospitales. Otra importante razón por la que la labor de un Psicólogo en un asilo resulta indispensable es que su trabajo no solo consistirá en atender las necesidades emocionales, afectivas y terapéuticas de las personas mayores que residen ahí, sino también impartirá a todo el personal que allí labora los conocimientos referentes a las relaciones humanas para aprender a convivir con los pacientes y poder ofrecerles no solo atención física sino también emocional.

Otra parte importante en donde el Psicólogo es parte fundamental es que en instituciones de este tipo donde vive gente de la tercera edad, se considera a la terapia ocupacional como parte vital del programa psicológico, utilizándose para ello diversa técnicas que tratan de readaptar al anciano en su ámbito social y combatir su dependencia.

SEXUALIDAD EN LA VEJEZ

Los factores psicológicos que afectan la sexualidad de las personas jóvenes también suelen afectar la sexualidad de los adultos mayores. Lo anterior quiere decir que antes los cambios que se producen con el avance de la edad, el significado que las personas le dan a éstos, determinan el impacto de los mismos. Los adultos mayores de hoy pertenecen a una generación donde no existía la educación sexual. No existía una instancia formal, o información seria al respecto. La vida sexual pertenecía al ámbito de lo privado y consistía habitualmente en la satisfacción por parte del hombre y la disponibilidad por parte de la mujer. La desinformación respecto de la sexualidad en esta etapa, la ansiedad que la adaptación a estos cambios genera y la dinámica y los conflictos de pareja pueden constituirse en factores de disfuncionalidad en el ámbito sexual. En nuestra sociedad existe una actitud negativa hacia la expresión sexual de los ancianos, no parece apropiada en los mayores de 70 años y para que señalar la masturbación. Estas actitudes afectan la forma en que los Adultos mayores son tratados y cuando éstas se internalizan por los ancianos pueden convertirse en una razón muy importante que explicaría el por qué muchos adultos mayores son sexualmente inactivos (Cayo y Flores 2003)”.
Los adultos mayores tienen la misma capacidad de establecer cualquier vínculo, incluido los amorosos de pareja como en otras edades y cuando tienen oportunidades de practicar formas de vinculación como coquetear, “andar”, pololear o emparejarse, para ellos es muy satisfactorio.

 En esta etapa, sin duda, la sexualidad en la pareja está cruzada por los sentimientos de compañerismo, reciprocidad y amor. Se ama de manera más auténtica y comprometida.

ENFERMEDAD DE PARKINSON EN LA VEJEZ

El Mal de Parkinson (MP) es un desorden neurológico que ocurre cuando la mayoría del las neuronas (80%) de una estructura del cerebro medio productora de dopamina (que controla el movimiento de los músculos), mueren o se dañan. A diferencia de otras enfermedades, el MP afecta a hombres y mujeres por igual, sin importar el origen étnico ni la condición social. Cerca del 1% de los adultos mayores sufre de este mal, registrándose aproximadamente 60.000 nuevos casos cada año.
Síntomas
El síntoma más común del MP es el temblor persistente del cuerpo, aunque la lentitud, la rigidez y problemas de equilibrio son también indicadores, al igual que los calambres en las manos, el arrastrar los pies, la rigidez facial, la dificultad para hablar y la depresión. Comúnmente, los primeros síntomas son suaves, afectando a una mitad del cuerpo primero. Pero, al igual que el Alzheimer, la condición del paciente va empeorando con el tiempo. A medida que la enfermedad avanza, los temblores se van extendiendo a ambos lados del cuerpo, dificultando la realización de las actividades rutinarias.
Diagnóstico
Es difícil hacer un diagnóstico certero del MP, debido a que los síntomas varían significativamente entre pacientes y a que ni los rayos-x ni los exámenes de sangre revelan esa condición. Según estudios, entre el 5 y 10 % de los afectados tiene antecedentes familiares de esta enfermedad. Otro 35 % presenta lo denominado Parkinsonismo, que es el desarrollo de los síntomas del MP –como temblores- sin padecer el mal. Una visita oportuna al neurólogo apenas se noten los primeros síntomas es de vital importancia para determinar un tratamiento efectivo. En ésta, el médico debería realizar un examen neurológico apropiado y revisar la historia médica completa del paciente.
Tratamiento
Aunque el MP es una enfermedad progresiva e irreversible, existen varios medicamentos que se usan para tratar sus síntomas y que han resultado ser bastante efectivos en la mayoría de los casos. Lo primero que suele usarse es la levodopa, que se convierte en dopamina en el cerebro, reemplazando así la falta de este neurotransmisor. Se suele aplicar junto a la carbidopa, que ayuda a la absorción de la levodopa y disminuye algunos efectos secundarios. Los agonistas dopaminérgicos imitan la función de la dopamina induciendo a las neuronas afectadas a comportarse normalmente. El mal de parkinson afecta a todas las facetas de la vida del paciente, pero se puede controlar con una terapia adecuada.

Debido a que los pacientes con el MP tienden a sufrir una tremenda ansiedad consientes que la enfermedad es irreversible, es común que se encierren en ellos mismos, haciendo más difícil la tarea de los familiares de apoyarlos y darles consuelo. Sin embargo, es importante no rendirse en esta labor y hacer que el paciente tenga contacto con otras personas con el mismo mal.

PSICOMOTRICIDAD Y SU RELEVANCIA EN LA VEJEZ

El aprendizaje de habilidades motoras es muy importante ya que casi todas las actividades que realizamos en nuestra vida cotidiana pertenecen a esta categoría ( vestirse, lavarse, utilizar el teléfono, conducir un vehículo, …). La mayor parte de estos aprendizajes son conductas que requieren esfuerzo y consumen muchos recursos cognitivos, pero una vez adquiridos durante la niñez o juventud, suelen mantenerse durante toda la vida a menos que exista alguna accidente o enfermedad, aunque hay  que tener en cuenta que se produce una disminución de la velocidad a la que se ejecutan estos aprendizajes.
Pero, ¿qué sucede con los aprendizajes nuevos que se realizan a una edad avanzada? Numerosos estudios han mostrado que con la edad se produce un enlentecimiento general de las actividades motoras. Salthouse (1996) dice que esto se debe a una disminución generalizada de la velocidad para realizar actividades mentales.
Tareas visomotoras complejas como conducir un coche requieren una respuesta continua consistente en la coordinación de numerosos movimientos de distintas partes del cuerpo en función de una información visual cambiante de un momento a otro. En el laboratorio se ha estudiado en condiciones controladas la actuación en una tarea de aprendizaje motor que simula en parte actividades motoras de la vida real. En este estudio, en el que participaron jóvenes y personas mayores, resultó que esta tarea de aprendizaje motor resultó especialmente difícil para el grupo de más edad.
También se ha comprobado que personas que han sido expertas en la realización de una determinada actividad durante toda su vida como escribir a máquina o tocar el piano pueden mantener su nivel de ejecución en la vejez (Salthouse, 1984). Se cree que este mantenimiento del nivel de ejecución se debe a un proceso compensatorio del enlentecimiento motor. El experto ha automatizado los movimientos necesarios para realizar una tarea de manera que su ejecución apenas consume recursos cognitivos.

Sería interesante averiguar que otras habilidades motoras se mantienen inalterables con las personas mayores cuando estas han sido expertas en estas actividades en su vida.

miércoles, 25 de junio de 2014

ASPECTOS PSICOAFECTIVOS DEL ENVEJECMIENTO

Antes de entrar en el tema propiamente psicológico, recordemos, aunque sea en forma esquemática, algunos aspectos bien conocidos de la sociedad actual, lo cual nos permitirá a su vez situar el escenario en el que se mueven los protagonistas de la acción.
Rasgos de la sociedad actual:
1. Es altamente competitiva.-En un tipo de sociedad así, predomina la dialéctica de la producción y el consumo, de la oferta y la demanda. Se entiende que para ser tomado en cuenta hay que producir y hay que consumir.
2. Es efectista.- Se buscan resultados buenos (es decir, útiles) e inmediatos. Lo no útil, lo que no tiene inmediatamente aplicaciones prácticas, no se considera importante.
3. Es una sociedad "acelerada".- Los estudiosos de las transformaciones sociales aseguran que vivimos una aceleración histórica sin precedentes: las transformaciones tecnológicas, sociales, políticas, económicas, culturales a las que asistimos, son casi vertiginosas. Se habla de un síntoma psicosociológico denominado "shock de futuro" y que consistiría en una especie de miedo de muchas personas a quedar atrasadas, a no vivir no ya el presente sino alejadas del futuro.
4. Es una sociedad de familia nuclear.-Ya en la mayoría de los lugares ha perdido vigor la antigua familia extensa, la familia de la casa grande, casi patriarcal, en la que compartían naturalmente abuelos, padres e hijos, y a veces tíos y primos.
Vistos a grandes trazos algunos de los rasgos de la sociedad actual, podemos ahora referirnos a algunos aspectos psicológicos del adulto mayor. Ellos se relacionan con la manera que el individuo, enfrentado a la realidad de su envejecimiento, tiene de percibirse a sí mismo.
1. Pérdida de Autoestima.-Sabemos que la manera de percibirse es lo que permite la propia evaluación, y que este último (propia evaluación) es el proceso psíquico conocido como Autoestima.
2. Pérdida del significado o sentido de la vida.- el vacío existencial es la neurosis masiva de nuestro tiempo; ella se produce cuando el propio ser, la propia existencia, carece de significación. Una vivencia tal acerca del propio Yo, puede desencadenar una serie de síntomas depresivos.
3. Pérdida de la facilidad de adaptación.-Al llegar a una edad mayor, la persona va viendo cómo los ambientes van cambiando para ella, y cómo otros le son lejanos o por lo menos le ofrecen menos interés.
Ante todo, el adulto mayor, la persona de tercera edad, el anciano, es protagonista de su propia vida y de su propia salud física y psíquica. Evitar en este campo, como en todos, actitudes paternalistas en las que la solución viniera desde otras esferas ajenas a los mismos protagonistas, es ya una buena medida preventiva. Todas las instancias de la sociedad deben relacionarse y conectar entre sí para producir "redes de seguridad" en beneficio de los seres más desvalidos, pero cuidando que los mismos sujetos sean agentes de su propia liberación.
1. Educación en la verdad.-De ahí que una de las primeras medidas preventivas en salud psíquica, promotora de hombres psicológicamente sanos, sea la de la buena educación.
2. Verdad de la tercera edad y del envejecimiento.-Hemos visto aspectos negativos de esta edad, y sobre todo los sentimientos derivados de la autopercepción que el individuo tiene de sí mismo al llegar la edad de su retiro y jubilación.

3. Desarrollo de una Actitud Abierta.-En consonancia con la propia verdad, el anciano, apoyado en esas experiencias previas que le han permitido desarrollar y consolidar sentimientos de autoestima, así como sentimientos positivos acerca del mundo y de las otras personas, es capaz de mantener a estas alturas de su vida, los sentimientos básicos para un ideal funcionamiento y una saludable existencia psíquica hasta el fin de sus días.

APRENDIZAJE EN EL ADULTO MAYOR

En el aprendizaje del adulto mayor se debe tener en cuenta, que el anciano necesita más tiempo. El aprendizaje en esta etapa debe individualizarse para lograr su objetivo ya que los adultos mayores presentan limitaciones intelectuales. Su inteligencia es cristalizada y no fluida, por lo cual varía su forma de aprender, se ha probado que con ejercitación se puede aprender en esta etapa de la vida.
La memoria a corto plazo está afectada, la memoria de fijación se manifiesta por ser un problema de entrenamiento, si se deja de conversar, de leer, y de hacer valoraciones porque ha dejado la vida productiva se convierte en un individuo jubilado que se aísla.
La velocidad se muestra diferente debido a su declinación; es la motivación la característica principal del aprendizaje para este grupo de edades. En el caso del adulto mayor cubano, se expresa su deseo de hacer y de reinsertarse en la sociedad, el mismo se incentiva fuertemente con cada tarea, y para ello potencia lo afectivo.
En la esfera motivacional afectiva se establecen regularidades, en tanto la personalidad del adulto mayor es el resultado de las experiencias vividas por cada sujeto en particular en los períodos anteriores de su ciclo vital, no obstante es posible señalar algunas consideraciones al respecto:
  • Las necesidades de los adultos mayores están expresadas en el saber distinguir entre lo esencial y lo superfluo, y tener en cuenta sus condiciones de existencia como una necesidad, lo cual les permite evitar las frustraciones.

  • En el adulto mayor los intereses, así como las aspiraciones se pueden ver disminuidas a causa de la relatividad de la proyección futura de este sujeto, dada su edad.
  • Es indiscutible que la autovaloración y por consiguiente la autoestima, considerada como la imagen que se tiene de sí mismo, dependen en cada adulto mayor del modelo de envejecimiento que éste asume, o le transfiera su medio familiar y social

INCONTINENCIA URINARIA COMO ABORDARLA

La edad es uno de los factores que facilita la pérdida de orina. Entre los 40 y los 65 años la enfermedad se manifiesta con mayor frecuencia, ya que con el paso el tiempo los ligamentos que soportan la uretra se van debilitando.
Este mal -que puede aquejar a una de cada tres mujeres durante su vida- sí tiene solución.la cirugía se realiza en los casos en que la incontinencia por esfuerzo afecta de manera significativa la calidad de vida de la paciente y el tratamiento kinésico ha fallado. Consiste en poner una malla sintética debajo de la uretra para limitar la hipermovilidad producida por los ligamentos flojos. Las tasas de éxito de este tipo de cirugías son muy altas y funcionan en un 90 por ciento de los casos. La persona puede orinar de manera normal y si tose o hace fuerza no pierde orina.
Los especialistas que explican que la obesidad y los malos hábitos como fumar, también son elementos que favorecen esta patología. - toda la carga del abdomen descansa en el periné o piso pelviano, lo que lleva a que se debiliten los ligamentos e induce a la incontinencia por esfuerzo. También hay personas que padecen tos crónica, por lo que de manera constante hacen fuerza y disminuyen así la capacidad de estos ligamentos.
La buena noticia es que cuando se detecta el problema en una etapa inicial, se puede tratar con excelentes resultados. Esto se hace corrigiendo algunos factores como el sobrepeso y el manejo de la tos. Además se hace una reeducación de los músculos del periné para contener mejor la orina. Los Ejercicios de Kegel son una buena alternativa, sobre todo porque después de un tiempo de aprendizaje las pacientes los pueden realizar en su casase pueden hacer de diferentes formas. Todos se basan en contraer y relajar, en reiteradas ocasiones y a distintos ritmos, los músculos del piso pélvico. El objetivo es incrementar su fuerza y resistencia. Esto nos ayuda a prevenir o corregir la incontinencia urinaria por esfuerzo, incontinencia anal, algunos prolapsos y disfunciones sexuales”.
Aspectos psicológicos
Esta enfermedad influye mucho en la calidad de vida de los adultos. Existe una permanente incomodidad y malestar con su cuerpo. Se sienten sucios y eso va en desmedro de su autoestima. Las personas pierden el control de su cuerpo, lo que repercute sobre todo en la intimidad. -Los pacientes se limitan al tener relaciones sexuales o, durante el acto sexual, piensan constantemente que se van a orinar y eso no les permite disfrutar. Una vez que la incontinencia es asistida con el debido tratamiento, hay una evolución positiva en el paciente.
En términos generales, para poner en práctica estos ejercicios, deben acostarse de espalda, con los pies planos en el suelo, las rodillas dobladas y separadas. Luego tienen que mantener la espalda apoyada sin dejar ningún espacio en la zona lumbar. En esa posición debe contraer lentamente los músculos del periné, mantener -respirando tranquila- y luego soltar despacio, descansar y repetir.
Hay tres tipos de Ejercicios de Kegel:
Lento: consiste en apretar los músculos del piso pélvico como cuando se intenta cortar la orina. Éstos se deben subir, contraer y mantener. Contar hasta cinco y respirar suave. Luego descansar durante cinco segundos. Repetir 10 veces.
Rápido: se trata de retraer y soltar los músculos tan rápido como se pueda hasta completar dos minutos. Repetir cuatro veces al día.
La escala: se logra al contraer los músculos suavemente. Al hacerlo la mujer puede imaginar que va subiendo un primer peldaño. Luego debe descansar un segundo, sin relajar la musculatura, y continuar con el siguiente escalón contrayendo un poco más. Se repite la acción hasta completar cinco peldaños. Entonces se comienza a bajar soltando los músculos muy suave, con un descanso de un segundo cada vez. Al llegar abajo se debe relajar el músculo por completo durante algunos segundos y repetir 10 veces. No olvidar que hay que respirar con mucha tranquilidad, pausadamente y sin ayuda de los glúteos y abdominales.

ACTIVIDADES Y EJERCICIOS PARA LA VEJEZ

La gimnasia es un excelente ejercicio a cualquier edad, pero especialmente en la tercera edad, conviene que introduzcamos hábitos y actitudes saludables puesto que nos puede aportar beneficios muy necesarios tales como:
- Mejorar nuestra condición cardiovascular, aumentar el consumo máximo de oxígeno, nuestra resistencia aeróbica y la pérdida de grasa corporal.
- Prevención, tratamiento y rehabilitación de diversas enfermedades.
- Retrasar las consecuencias del envejecimiento.
- Proporcionar una mayor autonomía.
Lógicamente, es imprescindible adecuar los ejercicios para la tercera edad. En muchos sitios se organizan sesiones de "gerontogimnasia"; gimnasia para la tercera edad.
Estos ejercicios no solamente aportan el beneficio físico, sino que potencia nuestro bienestar en más aspectos de nuestra vida, como favorecer nuestras relaciones sociales, manteniendo sanos tanto el cuerpo como la mente.
Antes de empezar cualquier rutina física por nuestra cuenta, y especialmente si padecemos problemas musculares o de articulaciones, es muy aconsejable consultar con un monitor profesional.

Podríamos dividir los ejercicios en:
Actividades de resistencia cardio-respiratoria: andar, nadar o bicicleta, al menos 3 veces por semana. a intensidad moderada, de 20 a 40 minutos.
Actividades de fuerza: requieren un calentamiento previo y posterior en profundidad gradual puesto que trabajaremos grupos de músculos que podrían causarnos lesiones. Debemos realizar movimientos suaves y naturales.
Actividades de coordinación y amplitud de movimiento: al igual que en las de fuerza, necesitan una preparación previa. Realizaremos actividades que mejoren nuestra flexibilidad y agilidad.
En general, se suele recomendar una combinación de 70% de entrenamiento de resistencia cardio-respiratoria, un 10% de fuerza y el 20% de coordinación y flexibilidad.
Las actividades más recomendadas para la tercera edad son aquellas que, siendo en grupo, permitan una intensidad individual para cada persona que lo practica. Que no tengan un excesivo contacto entre los practicantes por el riesgo de lesiones. El aeróbic para ancianos, la bicicleta, natación para la tercera edad, las caminatas, ejercicios de estiramientos y flexiones son solo algunas de las actividades que recomendamos que introduzcas en tu vida diaria.
FUENTE : http://www.tercera-edad.org/

ENVEJECIMIENTO Y LAS PERSONAS MAYORES DESDE EL ENFOQUE DE LOS DERECHOS HUMANOS

En su trigésimo primer período de sesiones, celebrado en marzo de 2006, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) planteó que: “El principio de la titularidad de derechos debe guiar las políticas públicas. Se trata de orientar el desarrollo conforme al marco normativo de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales plasmados en acuerdos vinculantes tanto nacionales como internacionales”.
Desde esta perspectiva, se modifica la lógica de elaboración de las políticas públicas y las instituciones de desarrollo, las que tradicionalmente se han erigido desde concepciones estandarizadas de la humanidad donde algunos atributos —lo masculino, la adultez y determinado origen étnico— son los ejes que instauran la identidad, la constitución del sujeto y de la ciudadanía. En este contexto, las especificidades de las mujeres, los indígenas, las personas con discapacidad o las personas mayores, por ejemplo, no se han contemplado de forma plena.
El enfoque de los derechos, en cambio, propicia la titularidad de derechos humanos de todos los grupos sociales y, de ese modo, contribuye a que aquellas y aquellos que en el pasado fueron excluidos, en el presente sean tratados sobre la base de la igualdad y el respeto de la dignidad humana, para favorecer la integración social y, con ello, la construcción de una “sociedad para todos” (Naciones Unidas, 1995b).El proceso de envejecimiento de la población tiene profundas consecuencias para los derechos humanos (CEDAW, 2009), abriendo nuevas posibilidades para este enfoque y, como corolario, para la construcción de las ciudadanías del siglo XXI. Primero, alienta a conciliar las necesidades e intereses de todos los grupos para avanzar hacia una plena integración social, donde cada persona, con independencia de su edad, con sus propios derechos y responsabilidades, tenga una función activa que desempeñar (Naciones Unidas, 1995b). Segundo, irrumpe o se consolida un nuevo sujeto social, que reclama un tratamiento particular en razón de su edad e introduce nuevas indicaciones para expandir, especificar y profundizar los derechos humanos. Desde este ángulo, uno de los desafíos centrales de las políticas públicas basadas en los derechos es determinar la forma de contribuir a la construcción de una sociedad con cabida para todas y todos, donde las personas, con independencia de su edad o de otras diferencias sociales, tengan las mismas oportunidades para hacer efectivo el respeto y ejercicio plenos de sus derechos humanos y libertades fundamentales. Leyes, políticas y programas, ya que el punto de partida no es la existencia de personas con necesidades que deben ser asistidas, sino el de sujetos con derechos que obligan al Estado y al resto de la sociedad (Abramovich y Courtis, 2006; OACDH, 2004; CEPAL, 2006). La persona, por lo tanto, es el sujeto central del desarrollo, y las garantías consagradas en el régimen universal de protección de los derechos humanos constituyen el marco conceptual, aceptado por la comunidad internacional, capaz de ofrecer un sistema coherente de principios y reglas para guiarlo (Abramovich, 2004; CEPAL, 2006). Este enfoque también permite establecer las obligaciones de los Estados frente a los derechos —económicos, sociales, culturales, civiles y políticos— involucrados en una estrategia de largo plazo.En América Latina y el Caribe, el enfoque de los derechos humanos ha adquirido gran importancia como horizonte normativo y programático del desarrollo (CEPAL, 2006), por lo que es cada vez más frecuente la elaboración de leyes que especifican ciertos derechos o esfuerzos sociales e institucionales dirigidos a formular políticas públicas desde este ángulo (Guendel, 2000). En la región, además, todos los Estados ratificaron al menos tres de los siete tratados de derechos humanos principales vigentes al año 2006 y, como consecuencia de ello, tienen obligaciones jurídicas internacionales vinculantes (Huenchuan, 2009).

La integración de los derechos humanos en el desarrollo permite que las medidas puestas en práctica consideren la situación específica de las personas y grupos vulnerables, marginales, desfavorecidos o socialmente excluidos (OACDH, 2004; CEPAL, 2006). Ello ha contribuido a superar la lógica de los marcos conceptuales y normativos a partir de los que se han construido las políticas públicas y las instituciones de desarrollo, las que tradicionalmente se han erigido desde concepciones estandarizadas de la humanidad donde algunos atributos —lo masculino, la adultez y determinado origen étnico— son los ejes que instauran la identidad, la constitución del sujeto y de la ciudadanía.La estrategia para promover el enfoque de los derechos humanos en el abordaje de los asuntos de las personas mayores debe incluir el desarrollo y la aplicación de conceptos y contenidos particulares en base a tres dimensiones: normativa, procesal y de contenidos (Huenchuan, 2009).
Dimensión normativa: la aplicación del enfoque de los derechos humanos en los asuntos de las personas mayores implica que las acciones públicas y las instituciones encargadas de su atención deben basarse explícitamente en las normas internacionales sobre derechos humanos, puesto que, con independencia que su situación no esté explícitamente incorporada, los instrumentos internacionales y regionales de derechos humanos de orden vinculante pueden brindar una protección jurídica de los derechos de las personas mayores si son empleados de manera adecuada.
Dimensión de contenidos: este abordaje del enfoque de los derechos aplicado a los asuntos del envejecimiento supone dos debates asociados. En primer lugar se ubican aquellas acciones concretas de aplicación y de responsabilidad que se ponen en práctica mediante programas sectoriales o específicos dirigidos exclusivamente a las personas mayores (targeting), considerando en especial que su orientación y sus prestaciones permitan avanzar en el cumplimiento de los derechos en la vejez. Como características básicas, estos programas deben ser universales y contar con mecanismos para hacer exigibles esas prestaciones y servicios (CEPAL, 2006).

En segundo lugar está la aplicación transversal de una perspectiva amigable para las personas mayores en el marco de la corriente general de las políticas públicas (maestreaming), lo que conlleva la creación y el desarrollo de mecanismos de cumplimiento de las obligaciones por parte del Estado dentro de su quehacer general.

FUENTE:

BIOETICA Y VEJEZ

Es la bioética una forma de la ética aplicada a la salud, especialidad de la ética clásica concebida como ciencia de la moral. A través de este enfoque hoy se emprende la búsqueda de una globalización que incluye aspectos económicos, políticos y tecnológicos, los cuales se suman a los conceptos morales en un todo armónico.
En el campo de la moralidad resulta para muchos controvertido el hecho de la determinación objetiva de ella; pero, teniendo en cuenta que la moralidad es aquella cualidad de los fenómenos sociales que se expresa en la connotación que tiene para el hombre la relación con sus semejantes; entonces, la determinación subjetiva cae por su propia base al considerar que la moral es un fenómeno espiritual influido además por la vida del individuo, su fortaleza y acondicionamiento social. 
El envejecimiento como fenómeno biológico y psicosocial e histórico tiene sin duda aspectos específicos en cuanto a los problemas morales que plantea, en tanto la actividad del individuo senescente expresa una búsqueda de su autoafirmación que puede o no corresponderse con lo que el grupo social al que pertenece espera de él, y que a su vez no siempre está bien definido, debido a que las normas morales que, como conjunto, están vigentes para una generación a menudo no se corresponde exactamente a las que prescribe en la siguiente.
En la relación anciano-anciano se generan conflictos que parten de la rigidez de criterios propia de este período de la existencia, ya sea que la posición del individuo en cuestión esté a favor o en contra de las costumbres vigentes. Un ejemplo de este tipo de análisis lo encontramos en el trabajo que recientemente introduce el concepto de conducta moral de salud, donde se explora la relación de ancianos entre sí y de éstos con sus familias, que demostró un deterioro de la moralidad evidenciado en la débil sustentación de normas y conductas por parte del anciano y de sus familiares, lo que hace que cualidades como dignidad, respeto, autoestima, autocontrol y normatividad, estén débilmente representadas, siendo, como es obvio, imprescindibles en la lucha por la salud personal.
En la relación anciano-familia, aparecen elementos que se introducen a partir de las diferencias intergeneracionales en las que se entremezclan elementos afectivos que, positivos o negativos, matizan la relación en cada caso y van desde la sobreprotección hasta el maltrato y la franca violencia que dan lugar a violaciones de la ética que puede tener influencia determinante en la salud del anciano. 
La relación anciano-grupo social ha variado a través de la historia, desde la reverencia propia de las culturas más antiguas en las que la tradición oral confería al anciano un papel de elemento indispensable para la conservación de la identidad del grupo humano, hasta la concepción del individuo mayor como consumidor no productivo, al que es necesario eliminar, característico de algunos grupos de esquimales.
En los comienzos de la presente década se introdujo el término "Envejecimiento sociogénico" para expresar la presión ejercida por el grupo social sobre el anciano; hoy, cuando se rinde culto a la velocidad, la técnica, la eficiencia y la juventud, se olvida con frecuencia el valor de la experiencia y la sabiduría de lo vivido presente en los ancianos, que se niegan a reajustar su existencia a normas que no concuerdan con su ritmo biopsicosocial instituido en otras circunstancias socioculturales. Se establecen así conflictos en cuanto al papel social del anciano en el mundo actual. 

Estas consideraciones llevan a buscar en la bioética (como disciplina necesaria para regular las acciones de intervención que puede realizar el trabajador de la salud sobre el anciano, garantizando a través de su aplicación la primacía de lo bueno), una herramienta imprescindible para ofrecer su atención al hombre de hoy y de las generaciones futuras en las que la proporción de ancianos debe ocupar un espacio abrumador y en las cuales sus demandas y conflictos pueden ejercer profunda influencia en el equilibrio socioeconómico del grupo humano al que pertenezca, por lo que se impone el estudio de sus necesidades y posibilidades, no sólo como sector de elevado consumo sino como posible gestor de las soluciones para sus propios problemas.

TEORIAS SOCIOLOGICAS DE LA VEJEZ

La teoría de la desvinculación o retraimiento
La teoría de la desvinculación,en resumen viene a decir que se produce una desvinculación mutua entre el individuo y la sociedad a la que pertenece. El sujeto va dejando de representar su rol y la sociedad cada vez le da menos oportunidades. En principio parece que para que la sociedad progrese los individuos más viejos tengan que dejar pasos a los más jóvenes.
Algunos autores creen que son los ancianos los que comienza por si mismo la desvinculación de la sociedad; otros, mantienen una postura opuesta, que es la sociedad la que aparta progresivamente a los más mayores.
Aunque fue aceptada en su formulación original, muy pronto se hicieron revisiones y las investigaciones sobre ella han sido significativas. Ya en 1964 W.E. Henry reconsidera la teoría del retraimiento como proceso mutuo entre individuo y sociedad, y piensa que la perdida de roles se basaría en una causalidad interna del proceso. En el mismo año Havighurst, Neugarten y Tobin analizando las variables individuales que darían lugar a una vejez satisfactoria llegan a la conclusión que esta depende del grado de satisfacción conseguido con anterioridad durante su vida más activa y con la situación presente. Siendo la personalidad del individuo determinante, unos estarían satisfechos con el distanciamiento, mientras que otros lo pasarían realmente mal.
La teoría de la actividad
Este modelo postula que los ancianos con un proceso de envejecimiento fisiológico implican seguir con los mismos roles de la edad adulta o en todo caso sustituir los perdidos por otros. Esto implica mantenerse activo. Casi todos los estudios realizados parecen confirman los presupuestos teóricos.
Teoría de la continuidad
Formulada por Atchley, R.C. (1972) sostiene que en el proceso de envejecimiento hay una tendencia natural al mantenimiento de los roles que ha venido desempeñando durante su vida. Es decir, que la adaptación a la vejez dependería de su pasado. En este sentido cada anciano tendría un modelo propio.
Teoría de la subcultura
Presentada por Rose, A. (1965) sostuvo que la edad creaba una subcultura en los ancianos. Esta subcultura de la edad como cualquier grupo aislado tiene características específicas, entre las cuales sus propias normas de conductas. En este orden de cosa se explicaría la proliferación de asociaciones y demás grupos diversos de personas de edad que buscan su propia identidad.
Teoría del medio social
Según esta teoría la salud seria un factor determinante ya que muchas personas están muy limitadas por las enfermedades crónicas, estando algunas totalmente imposibilitadas.
En cuanto al dinero una situación precaria seria otra condición negativa que actuaría como factor limitante en la actividad de los ancianos. En muchos países, desarrollados, hay un porcentaje elevado de personas de edad que perciben unos ingresos que apenas llegan para la subsistencia.
Por lo que respecta a apoyos sociales, la desintegración familiar, por muerte de uno de los cónyuges, o la falta de relaciones sociales actuarían condicionando la conducta de los ancianos.
El interaccionismo simbólico
Lo que se llamó más tarde interaccionismo simbólico tiene su origen en las teorías desarrolladas por G.H. Mead, Ch. Cooley y W. Thomas que vienen a decir que los seres humanos, con su comunicación simbólica, aprenden la conducta de las otras personas con las que conviven en un ambiente físico y social determinado (Bazo, M.T., 1990). La comunicación simbólica actuaría como proceso de socialización desde el nacimiento, en el que el lenguaje desempeñaría una función primordial. En el interacionismo simbólico hay que distinguir la definición de la situación (W.Tomas), el Yo-espejo (C.H. Cooley) y la interpretación de si mismo.
De esta manera los ancianos adoptaran una conducta determinada según que interpretación hicieran de la situación, que interpretación y respuesta dieran al yo-espejo y que presentación decidirán más adecuada en determinadas circunstancias.
Teoría fenomenológica

Tiene su origen en Alemania y fue elaborada inicialmente por E. Hurssel, siendo su idea fundamental que para entender la conducta humana hay que comprender el mundo perceptivo de la persona. Según el sistema perceptivo y el proceso de socialización así cada uno entenderá el mundo. 

TERAPIA CON CELULAS MADRES Y LAS ENFERMEDADES NEURODEGENERATIVAS

Una publicación reciente da cuenta de una investigación desarrollada en el Instituto Gladstone de Enfermedades Neurológicas de la Universidad de California, con el objetivo de alcanzar una mayor comprensión de los fenómenos que subyacen a la aparición de algunas enfermedades neurológicas como la demencia tipo Alzheimer y de la enfermedad de Parkinson, mediante el estudio in vitro del proceso de transformación de células madre de la piel en células nerviosas. 
Esta investigación consiste en utilizar células madre de la piel de los pacientes, que su maduración las convierta en neuronas y estudiarlas en el laboratorio para, según sus autores, comprender las causas más comunes de Alzheimer y Parkinson. Y es que comprender las causas de estas enfermedades puede ser muy importante para conseguir su cura o al menos, frenar su progresión.
Uno de los problemas en este sentido radica en que como el Alzheimer y el Parkinson no están causados por mutaciones genéticas identificables, es muy complicado reproducir un modelo exacto de las enfermedades para poder estudiarlas.
La investigación combina una metodología basada en microscopía robótica con modelos de células madre pluripotentes de enfermedades neurodegenerativas para crear una plataforma que encuentre fármacos y dianas terapéuticas para la enfermedad.
Finkbeiner explica que con este microscopio robótico se ha descubierto que no todos los cambios que se producen en el cerebro cuando se desarrolla una enfermedad neurodegenerativa son negativos, sino que el propio cerebro trata de luchar contra esta enfermedad e incluso es capaz de ralentizar su avance.

Además, el autor explica que aunque tienen características comunes, aún no se sabe a ciencia cierta si el Alzheimer y el Parkinson comparten causas comunes y los estudios con células madre de la piel podrían despejar estas dudas e incluso la combinación de esta metodología con modelos de células madre pluripotentes podría mejorar el abordaje terapéutico de enfermedades neurodegenerativas.

EL HUMOR Y SU EFECTO SOBRE EL ENVEJECIMIENTO

Los efectos y beneficios  del humor en las personas mayores son aún un campo de estudio por explorar, pues se han hecho pocas investigaciones al respecto, y se deberían efectuar  más estudios longitudinales, que nos digan la influencia del humor en la vida para lograr un buen envejecimiento.
Aspectos fisiológicos del humor:
Partimos de que la 
risa es la respuesta fisiológica del humor por lo cual, cuando hablemos del humor, nos referiremos a la risa como expresión de este sentimiento. Se define la risa como “una experiencia orgánica total” en la que participan todos los principales sistemas del organismo como: el muscular, el nervioso, el cardíaco y el digestivo. Acerca de los efectos somáticos de la risa, podemos destacar lo siguiente: Incrementa el ritmo cardiaco, masajea los órganos internos, influye en el sistema nervioso parasimpático (encargado de relajar el cuerpo),relaja la rigidez corporal, favorece los procesos de digestión y eliminación, se normaliza la presión sanguínea, mejora el aparato respiratorio, aumentando la capacidad pulmonar, favorece la producción de endorfinas, que producen un efecto balsámico, aliviando el dolor.
Aspectos cognitivos:
Las ventajas principales de la utilización del humor desde el enfoque racional-emotivo son las siguientes:
El humor puede ayudar a las personas a reírse de sí mismos y  autoaceptarse con sus puntos débiles o vulnerables, suministra nuevos datos y potencialmente mejores soluciones, distancia y relativiza a las personas de sus problemas desde una perspectiva humorística, entorpece y bloquea de forma drástica y enérgica la forma de pensar y actuar irracional, les demuestra que es un elemento de distracción y esparcimiento temporal entre ideas autodestructivas o cargadas de agresividad, les enseña a disfrutar de la vida y a comprobar lo importante que es pasarlo bien.
Aspectos relacionales y sociales del humor:
Se potencia y fortalece la motivación del grupo, generando una actitud positiva ante determinadas tareas. Ayuda a mantener la atención a la vez que refuerza la memoria y la actitud de aprendizaje, favorece la cohesión y comunicación entre las personas. El humor ayuda a sentirse cercanos y próximos a los otros. Aumentan las oportunidades de pasarlo bien, gozar y disfrutar. Encuentra nuevas  y divertidas oportunidades de compartir el tiempo. Se reducen las defensas y los miedos. Se enfrentan los problemas desde una perspectiva creativa y lúdica.

  1. Genera un estilo y sentimiento de pertenencia grupal. Facilita los procesos de aprendizaje grupal. Se piensa de una forma más productiva y original. Se amortiguan las situaciones estresantes. Aumenta la ayuda mutua y solidaridad entre los sujetos.

TRASTORNO DEL SUEÑO EN LOS ANCIANOS

Son cualquier patrón de interrupción del sueño, como problemas para conciliar el sueño o permanecer dormido, demasiado sueño o comportamientos anormales con el sueño.
Los problemas del sueño son frecuentes en las personas mayores o ancianos. En general, ellos necesitan dormir de 30 a 60 minutos menos y tienen un sueño menos profundo y más entrecortado que el sueño en las personas más jóvenes. Una persona de 70 años sana puede despertarse cuatro veces durante la noche sin que esto se deba a una enfermedad.
Algunas causas o factores contribuyentes para los trastornos del sueño en los adultos mayores abarcan: Enfermedad de Alzheimer, alcohol, cambios en el reloj interno natural del cuerpo, lo que lleva a que algunas personas se duerman más temprano en la noche, enfermedad crónica como la insuficiencia cardíaca congestiva, ciertos medicamentos, hierbas, suplementos y drogas psicoactivas depresión (es una causa común de problemas de sueño en personas de todas las edades),Afecciones neurológicas,etc.
Y presenta síntomas tales como dificultad para quedarse dormido, dificultad para diferenciar entre el día y la noche, despertarse temprano en la mañana y despertar a menudo durante la noche.
Muchas veces, en casos donde no hay un grado de dependencia que impida el movimiento de la persona mayor, los problemas de sueño pueden corregirse cambiando de hábitos. Incluso, cuando la persona está medicada se aconseja que en lo posible complemente su tratamiento cumpliendo todos o algunas de las siguientes recomendaciones generales:
  1. Evitar la cafeína, el alcohol y la nicotina
  2. Procurar tomar un breve paseo fuera de casa durante el día
  3. Realizar una rutina de ejercicio si es posible, preferiblemente durante el día o al atardecer.
  4. Evitar la exposición prolongada a la luces de neón o muy brillantes durante la noche
  5. Alimentación liviana durante la noche
  6. Evitar cenas pesadas después de tres o dos horas antes de ir a la cama
  7. Acondicionar de manera confortable el entorno para dormir
  8. Minimizar el ruido excesivo, temperatura y luz en la habitación en el momento de dormir
  9. Permitir tiempo para tener relaciones sociales y físicas durante el día
  10. Reducir el tiempo despierto en cama y si no es posible iniciar el tiempo de reposo y sueño, dejar la habitación y hacer alguna actividad relajante, por ejemplo realizar una lectura

La falta de sueño crónica causa problemas y riesgos que atentan contra la salud. Entre las consecuencias más comunes están la pérdida de la memoria a corto plazo, incremento en el riesgo de accidentes por caídas, cefaleas, baja capacidad cognitiva, baja capacidad de respuesta, desórdenes digestivos y alimentarios, depresión, ansiedad, entre otros. Consulte a su médico si tiene alguna dificultad para conciliar el sueño y sobretodo, evite automedicarse.

DEPRESION SEÑALES DE ALARMA EN LA VEJEZ

Existen comportamientos, actitudes y señales que muchas veces enmascaran una Depresión o un problema emocional en las personas mayores o en personas de cualquier edad.
La soledad, el aislamiento, las enfermedades crónicas, las primeras pérdidas de memoria, etc. son factores de riesgo de padecer depresión. Sin embargo, aun controlando esos factores hay otros factores claves que hay que observar para detectar posibles situaciones que estén señalando o enmascarando una Depresión en la persona mayor.
1. Una de ellas es el aislamiento: no habla con nadie, no responde al teléfono aunque lo tenga cerca y lo oiga, no devuelve llamadas, no sale casi a la calle, etc.
2. Si la Depresión es más grave se descuidan los hábitos básicos como la alimentación, alegando que no tiene apetito y que es “de poco comer” o la higiene y el arreglo personal, cuando mencionan que apenas se arreglan porque ya no salen a ninguna parte salvo ir a la compra

3. Otro signo de alarma de posible Depresión es la disminución en sus capacidades cognitivas. Esto se puede manifestar en comportamientos como estar muy olvidadizo, despistado, olvidarse de citas importantes, o estar como ausente, o estar mucho tiempo parado como pensando antes de realizar cualquier actividad, por sencilla que sea. Esta apatía unida a una personalidad introvertida hace que la persona tenga menos intención de expresar sus sentimientos, y más si son negativos. La persona se los calla o por introversión o por querer mantener una imagen concreta, lo que se conoce como deseabilidad social.

ESTRÉS Y LA VEJEZ

La vejez muchas veces va asociada a un mayor número de pérdidas (situación de actividad laboral, personas queridas, roles sociales), valores que disminuyen (la salud física, la fuerza, los recursos económicos, la ilusión, la esperanza) y aparecen también acontecimientos nuevos que exigen cambios en la forma de vida (la jubilación, la adaptación a una enfermedad crónica, hacer de cuidadores de los nietos). Estas circunstancias por sí mismas no son importantes, pero sí lo es cómo la persona las siente y cómo las controla. Será entonces el significado del acontecimiento lo que determine las respuestas de estrés y la manera y actitud como las afronte lo que marcará las diferencias entre el estar y sentirse bien o por el contrario sentir sobrecarga y malestar.
No se puede definir el estrés únicamente por la intensidad o por las propiedades intrínsecas del estresor, ya que los procesos cognitivos en la evaluación de la amenaza determinaran formas diferenciales de afrontamiento o evitación.
Los factores personales (creencias y valores) y situacionales (novedad del acontecimiento, predictibilidad, duración, certidumbre, ambigüedad), determinarán la evaluación y afrontamiento en el contexto especifico del estrés.
Además, existen variables de tipo psicosocial, personalidad, control y apoyo social, que juegan un papel fundamental en la valoración del estrés como “reto/desafío” o como “amenaza/daño” y por tanto en los efectos positivos o negativos sobre la salud y el bienestar social.
Una situación que ocurre en nuestra sociedad muy a menudo es el cuidado diario de los nietos por parte de sus abuelos, sobre todo debido a las cuestiones económicas derivadas del alto coste que supone para una familia contratar ayuda externa o acudir a una guardería privada o centro especializado. Cuidar de los nietos puede ser una actividad altamente gratificante en la vida de una persona mayor, pues los niños aportan una inmensa alegría y además otorga al cuidador la sensación real de responsabilidad, de ser parte de una familia que le necesita y de una sociedad para la que sin duda resulta de gran utilidad.
Sin embargo hay que tener en cuenta que es posible que la fortaleza física de la persona mayor pueda estar sin duda disminuida y no tener ya esa capacidad de levantarse en mitad de la noche para alimentar a un pequeño y de cogerles en brazos y correr tras ellos y jugar y vigilar durante varias horas al día. Son situaciones que unidas al cansancio propio de una edad avanzada generan sin duda una alta percepción de sobrecarga y estrés.
según Lazarus y Folkman, el afrontamiento o “coping” sería el proceso por el que la persona intenta equilibrar la discrepancia entre las demandas que percibe en la situación y los recursos de los que dispone o cree disponer para hacerla frente.
Estos intentos por conseguir un equilibrio en la situación pueden derivar en un cambio de percepción acerca de la discrepancia, tolerar o aceptar una posible amenaza o daño o, simplemente, escapar de la situación.

Parece que las personas mayores, en general, ponen en práctica principalmente estrategias centradas en la emoción, sobre todo a través de la modificación del significado de la situación. La razón de esto sería que consideran que la situación no puede modificarse, optando entonces por utilizar estrategias para cambiar el significado de la situación, modificando sus preferencias y prioridades y reinterpretando el significado mediante la comparación positiva (comparándose por ejemplo con personas de su misma edad que están en una situación igual o peor).

FENOMENO DEL VIEJISMO

El envejecimiento es un proceso al que se le teme. “Viejo” o “vieja” es un concepto que con frecuencia se usa de modo peyorativo. Muchas personas invierten muchas energías en potenciar y hasta falsear todos los signos asociados a la juventud. La sociedad, sobre todo sus miembros más jóvenes, atribuye estereotipos que muestran a la vejez como fuente de angustia y vergüenza. Esto contribuye a generar un entorno social en el que predomina la discriminación frente a las personas consideradas “viejas” y temores ante el propio envejecimiento (Arnoldo-Cathalifaud, Thumala, Urquiza y Ojeda, 2007).
Si bien la esperanza de vida se ha prolongado, el avance en la edad sigue estando cargado de estigmas, prejuicios y hasta abierto rechazo. Esta es probablemente la etapa del ciclo vital que carga con más discriminación. Esto es el llamado Ageism (Butler, 1969, en Alix y Muñoz, 2008) o Viejismo (Vega y Bueno, 1995, citados en Alix y Muñoz, 2008), el conjunto de comportamientos, actitudes, prejuicios y prácticas discriminatorias que adopta la sociedad hacia una persona en función de su edad. Esto, además, se refleja e influye en las leyes y políticas públicas y la visibilidad/invisibilidad que se le otorga a este sector de la población.
la senescencia considera el envejecimiento como una etapa del ciclo vital en la que se aprecia un decremento benigno propio de la edad; si bien el envejecimiento implica cambios biológicos, psicológicos y sociales, y aumenta el riesgo de padecer enfermedades, la vejez no es sinónimo de una etapa patológica, mucho menos de muerte.
Esto contribuye a la desvalorización social de la vejez el culto que se rinde a la juventud y a la belleza asociada a ella: estas etapas son vistas como las únicas en que es posible la realización personal, el aporte a la sociedad, el éxito y las mayores posibilidades de encontrar la felicidad. El proceso de industrialización ha hecho su parte al valorar a la persona en función de lo que produce y por su habilidad para hacerlo, y difícilmente una persona de mayor edad puede estar al día en las nuevas técnicas y conocimientos relativos a su trabajo, con pocas oportunidades de capacitarse porque es más rentable entrenar a jóvenes.

Esta imagen social peyorativa de la vejez no sólo rige la conducta de los otros hacia el anciano, sino que el mismo anciano muchas veces la asume como propia, llegando a darse una profecía auto-cumplida. Estudios en España y en Chile (Arnoldo-Cathalifaud, Thumala, Urquiza y Ojeda, 2007) muestran que las imágenes generalizadas sobre la vejez no representan a las personas en esta etapa, ni representan cómo se ven ellas a sí mismas.